El monitor Dexcom One, es un sistema de monitorización continua de glucosa, es decir, que envía de forma automática 288 mediciones cada día al receptor o celular. El mismo, mide la glucosa cada 1’ sin intervención del usuario y son enviadas de forma inalámbrica cada 5’ al dispositivo compatible.

La aplicación no solo muestra el valor de glucosa, sino que también, la tendencia en que la misma va variando, por medio de flechas ascendentes y descendentes.
Una de las mayores ventajas del sistema Dexcom One, es que permite la configuración de alarmas tanto de hiperglucemia como hipoglucemia. Es importante recordar que el receptor debe encontrarse a no más de 6 metros del transmisor, ya que el mismo funciona por medio de tecnología bluetooth. En caso de utilizarse un móvil como receptor, este debe configurarse en modo sonido ya que de encontrarse en modo silencio, la alarma no sonará.

El sensor tiene una duración de 10 días, y luego debe reemplazarse. A este sensor, se le une el transmisor, el cual tiene una vida media de 90 días, y transcurrido este tiempo, también debe cambiarse. Ambos dispositivos son vinculables tanto con un receptor
Dexcom, como con un teléfono celular a través de la app Clarity.

Los sitios de inserción avalados son el abdomen y en el dorso del brazo. Para personas de entre 2 y 17 años también se puede utilizar la parte superior de los glúteos.

La utilización de un sistema de monitoreo continuo de glucosa, reduce la hemoglobina glicosilada entre 0,5-1% y el tiempo de hipoglucemia.
El Dexcom One, está indicado desde los 2 años.
La exactitud del sensor se define por su MARD (Mean Absolute Relative Difference). Conocer el MARD de los distintos dispositivos es fundamental para saber si pueden resultar suficientemente fiables. El MARD debe ser menor al 10% para ser aprobados.
En el caso del Dexcom One, tiene un MARD de 9,8% en adultos y 7,7% en niños.
