Hoy Martina nos cuenta que síntomas debemos tener en cuenta que nos puede hacer sospechar de una posible diabetes.
La diabetes tipo 1 es una enfermedad crónica, autoinmune, en la cual el páncreas pierde la capacidad de producir insulina. Esta hormona, es necesaria para que el cuerpo pueda ingresar el azúcar (glucosa) dentro de las células y de esta forma producir energía.
La diabetes tipo 1 suele manifestarse en los niños, generalmente, antes de los 15 años. Sin embargo puede aparecer en personas mayores.
A partir de comprender esto, podemos enumerar un listado de síntomas que pueden aparecer de forma repentina cuando se desencadena la enfermedad.
Los síntomas más frecuentes son:
- Tendencia a la sed
- Orinar demasiado, sobre todo por la noche. Los niños pueden mojar la cama cuando antes no lo hacían.
- Mayor apetito
- Pérdida de peso sin intención
- Cambios de ánimo
- Cansancio
- Visión borrosa
De presentar uno más de estos síntomas es de vital importancia consultar con un médico para que se realicen los estudios necesarios para descartar dicha enfermedad.
Del otro lado de la moneda, encontramos la diabetes tipo 2. Esta es una enfermedad que aparece de forma más paulatina, a partir de la adolescencia y adultez. Presenta un componente genético, y suele estar relacionada con la insulinorresistencia. Es decir, que existen dos problemas principales. El primero, el páncreas produce insulina, pero esta no puede actuar de forma correcta, ingresando el azúcar dentro de las células. De estar forma, la glucosa comienza a aumentar en la sangre, lo que gatilla que más insulina sea liberada por el páncreas llevando a una elevación de la insulina en sangre. Por otro lado, cuando este mecanismo compensatorio se agota desencadena el segundo y más serio problema: el páncreas deja de producir insulina y aparece la diabetes tipo 2.
Algunos de los síntomas que pueden hacernos sospechar esta enfermedad son:
- Aumento de la sed
- Micción frecuente
- Aumento del hambre
- Pérdida de peso de forma involuntaria
- Cansancio
- Visión borrosa
- Infecciones frecuentes
- Infecciones genitales
- Dificultad para curar heridas
- Zonas oscurecidas (acantosis nigricans) en pliegues del cuerpo como axilas, cuello y mamas.
Frente a su sospecha debe consultarse de forma precoz con el médico para que se realicen los estudios acordes y pueda llegarse a un diagnóstico y eventual, tratamiento.
Ante un resultado positivo, siempre es importante apoyarse en un equipo médico multidisciplinario que acompañe con toda la información necesaria y abrumadora de una nueva realidad.
